El día se nos hizo corto,
Preparativos, repartos de las viviendas por necesidad: los mas bajos para las personas que tenían algún tipo de problema de movilidad y ancianos., el resto se dividió en tres grupos según los miembros que componía la familia, se numeraron los pisos por bloque y planta, y cada uno saco el papel con el piso que su mano había elegido. UN SORTEO DEMOCRÁTICO Y SIN TRAMPA, TODOS TUVIERON LAS MISMAS OPORTUNIDADES.
A esta alturas me cuesta trabajo recordar como fueron trascurriendo las horas,recuerdo quizás las cosas que mas me impactaron, las caras de las compañeras sacando el papelito con su piso,sonrisas, lagrimas de emoción.
Comimos los bocadillos que llevamos, y recuerdo poco mas.
Estábamos a la espera de poder descargar las furgonetas con los enseres personales, colcho, sabanas, cubos etc. los compañeros que velaban por nuestra seguridad nos dijeron que no era posible.
Nos fuimos duchando, y nos repartimos por el piso como pudimos: aunque podíamos entrar cada uno en el nuestro no teníamos bombillas para iluminarnos, ni colchón para dormir, solo había una cama con un colchón, y por supuesto fue para Ana, que era la mayor, las demás nos repartimos por los sillones y suelo, con la mochila o el bolso de almohada.
Y llego la mañana....
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