3 jul 2012

Vivencias

Sevilla 3 de Julio,el día esperado,

Teniamos la cita en La Casa del Pueblo, al menos eso se supone que es el Ayuntamiento.

Siente y media de la mañana: casi todas las que íbamos a entrar estábamos en la puerta del Ayuntamiento para poder entrar en el pleno donde IU se ofreció para presentar nuestra moción al Pleno del Ayuntamiento: seis horas escuchando con respeto y paciencias las 26 propuestas de las distintas fuerzas políticas. Buen talante por parte de la oposición, prepotencia, y por qué no cinismo, por parte del grupo gobernante. Hacía mucho tiempo que no oía una voz con tanto fanatismo y prepotencia. Era un chico joven, no le echo mas de 30 años, concejal por el PP, con tan poca calidad humana que me avergonzaría tenerlo como hijo. Su frialdad, su cinismo, el no temblare la voz aún contradiciendo a lo dictaminado por la justicia.
Nuestra enmienda era la veintisiete: tras leer nuestra propuesta por el grupo que se ofreció a hacerla, punto por punto fue leyendo cada una de las cuatro propuestas de l@s vecin@s de La Corrala Utopía sobre su situación a causa de las malas prácticas que había tenido el gobierno del Ayuntamiento al cortarnos la luz y el agua.
Le tocó pronunciarse al PP, empezó con muy buenas palabritas, diciendo que la alcaldía estaba a disposición de l@s vecin@s de la Corrala pero que no podían saltarse la legalidad. Eso hizo que una de las compañeras saltara diciendo que eran unos embusteros que hacía mas de tres meses que estaba esperando solución por parte de la Trabajadora Social del Ayuntamiento y no se habían molestado en contestarle. Fue invitada de malas maneras a abandonar la sala, me revolvía en la silla, pues él, tras unas palabras casi mesiánicas, y repitiendo una y otra vez que podían actuar en contra de las leyes (minutos antes un miembro del mismo partido se había saltado a la justicia a la torera). Salté de la silla tras oír la palabra leyes e intente decir que ¿en que país estábamos que las leyes estaban por encima de la Constitución? Pero sólo conseguía balbucear, no supe canalizar la rabia, darme tiempo, pero el ver salir llena de impotencia, rabia y dolor a la compañera, pudo mas que mi lucidez y sólo conseguí gritar SINVERGÜENZA las veces que me dio lugar hasta que se acercaron a mi para que desalojara la sala. No sé si eran guardaespaldas o agentes de seguridad el que cogiéndome del brazo intentó acelerar mi salida,  lo que hizo que me enfureciera y me enfrentara con él diciéndole:  NO ME TOQUES, dime lo que quieres que haga PERO NO ME TOQUES. Me vi rodeada por dos policías municipales y este señor, los cuales pretendían que abandonara la sala, pero no me dejaban espacio libre por delante para hacerlo, así que les volvi a repetir que no me tocaran y me dejaran salir.

Creo que ninguna teníamos esperanzas de la aprobación del dicha moción aunque el ver el mal talante y el despotismo y la autosuficiencia de los gobernantes del Ayuntamiento hizo que no fuese capaz de esperar al final.

Casi la cinco de la tarde, l@s compañeros que no habían podido entrar seguían esperando nuestras salidas.

Me he permitido escribir en el blog, pues tenía la necesidad de vaciar todo lo vivido esta mañana.
 


 






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